2011-10-09 La Morra(2553) y (2447)-1º Campanario(2543) Pandébano (Asturies)
Volvemos a Picos tras una pequeña ausencia desde la última Travesera. El objetivo primordial es ascender las dos cimas de La Morra y lo que se pueda de los Campanarios.
Estas cimas se encuentran junto al Picu (Naranjo de Bulnes) prolongando su cresta hacia el sur.
Bien temprano quedo con Berto en Arenas de Cabrales, son las 6:30, y allí estamos como clavos, los que no acuden son los hosteleros de la zona que tienen todos los bares cerrados, en uno que tenía todas las luces encendidas llamamos a la puerta y por poco nos pega la señora con la escoba.
A las 7:30, justo con las primeras luces del día, aparcamos debajo del collado de Pandébano y un poco más tarde ya estamos caminando.
Iluntasunean lehenengo pausuak |
La primera cuesta como siempre se hace dura, aprovechamos para ir contándonos las novedades, mientras va clareando el día. Aparecen las luces de Sotres que asemejan una procesión de antorchas.
El esfuerzo de la cuesta se olvida en un momento al contemplar como los Albos y el Neverón d' Urriellu se encienden con las primeras luces del sol. Ya hemos fijado la estrategia de ascender primero a la cima pequeña de la Morra, en teoría la más difícil, para luego más relajados atacar la grande.
A medida que avanza el día la luz cambiante va dando tonos diferentes a cada paso a las montañas, todo va bien, solo un pequeño "pero" nos distrae, saber si llegaremos al refugio en hora de desayunos. El no tomar el cafecito caliente por la mañana se echa en falta.
A veces en silencio, y cada uno sumido en sus pensamientos en otras, nos lleva a plantarnos en el Collau Valleh.u, desde donde el Picu va asomando su perfil.
Traemos cuerda, arneses, cascos, crema para el sol, en fin todo lo necesario, yo llevo la cantimplora vacía, para llenarla en el refugio, Berto lleva tres litros de aquarius. El queso y el chorizo se me han olvidado en el coche (con la oscuridad..), trendré que comprar algo de comer en el refugio.
Cuando llegamos al refugio ya ha amanecido completamente, Tomás ha comenzado las labores de limpieza después de que hayan marchado todos los montañeros. Amablemente nos sirve los cafés con unas madalenas, que nos saben a gloria. También me prepara un bokata de queso, que lo terminado comer ayer lunes. Junto a una tableta de chocolate ya tengo comida para el día.
En la oeste del Picu unos escaladores comienza a dar cuenta de la Rabadá-Navarro.
Con otro cuerpo después del café ya estamos preparados para comenzar la ascensión a la Horcada Llebaniegu, Sergio que había salido a dar los restos de comida a los rebecos y cuervos nos indica la ruta a seguir. Por ese collado y pegados a las paredes de la izquierda tendremos que ir, hasta descubrir el mundo de las piedras de la Canal de Llebaniegu.
Sin pausa vamos avanzando bajo las paredes del Picu primero, luego los Tiros de la Torca y finalmente bajo la propia Morra.
El Jou sin Tierre queda ya muy abajo, al otro lado es el territorio de la Párdida y el Neverón, la Torre del Pomelo, que desde el refugio aparece impresionante, desde aquí no tiene ninguna importancia, solo su sombra es capaz de delatarla.
Pasando bajo la cima de la Morra pequeña tenemos ya a mano La Horcada, la Canal de Llebaniegu no ha sido tan fiera como nos la imaginábamos.
Llegamos a la Horcada desde donde las vistas al lado contrario son excelentes, entre el Macizo Oriental y los dos cuernos de los Tiros de Santiago aparecen al fondo la Peña Sangra y Alto Campoo junto a la Cordillera Cantábrica. Tomamos un poco de agua para refrescar el gaznate (tomamos aquarius, pues no he llenado la cantimplora en refugio) y comenzaremos con el currelo del día.
La primera impresión a la vista de las dos cimas nos dejas un poco indiferentes, ni optimistas ni negativos, simplemente con la idea de vamos a acercarnos más.
Vamos primero a por la pequeña y para ello tenemos que ir la brecha que las separa, un pedrero y una chimenea corta son la antesala al boquete.
La llegada es un espectáculo con la visión de los Tiros de la Torca y el Picu que tímidamente asoma con su esbelta figura. El mar de agua y el de nubes cierran el fondo de la postal.
A nuestros pies se dibuja un patio importante que cae al fondo del Jou, a nuestra izquierda una llambria nos invita a comenzar el ascenso a la cima. No tiene mala pinta en principio y Berto se anima en primer lugar.
Yo voy detrás y compruebo que la roca es consistente y tiene los suficiente agarres y pisos para los pies, no nos parece necesaria la cuerda así que continuamos avanzando.
De la llambria inclinada salimos a un hombro desde nos quedamos con la imagen del Picu que nos embelesa.
Desde el hombro nos toca otra trepada, sencilla también pero como en la llambria hay que tomarla con cuidado.
La cima está ahí mismo, en menos de diez minutos desde la brecha. Las vistas extensísimas nos descubren los tres macizos de Picos.
El calor del sol no puede con el frío del viento, hay que abrigarse un poco, al oeste Torrecerredu y La Párdida no impiden que aparezca por una esquina la Peña Santa.
Echamos un vistazo a los Campanarios y comprobamos que el primero no tiene ninguna dificultad, la pinta del segundo ya es un poco más audaz y parece que dará más trabajo, pero no será para hoy pues el tiempo se va echando encima.
Sin perder el tiempo en más cosas comenzamos el descenso por el mismo camino, como siempre la bajada parece más difícil, pero con tranquilidad y con las condiciones favorables del día de hoy no tenemos ningún problema.
Otra cosa bien distinta sería bajar por esa rampa por la que baja Berto si estuviera húmeda o con nieve.
Zailtasunik handienean |
Opto por continuar por la repisa que es sencilla, pero la roca es de muy mala calidad y la ostia si te la das es consagrada, de todas formas la rebaso y veo que tiene una muy buena continuidad, se lo comento a Berto y nos vamos para arriba.
Berto ofrece este espectáculo, realmente el paso es fácil, pero que no se rompa ninguna piedra!!!!!!!!!
La trepada continua con ambiente, el casco, la cuerda, el arnés se quedan de adorno de nuevo en la mochila.
La perspectiva sobre el Jou es menos aparatosa en la realidad, solo hay que ir con cuidado y no aventurarse a dar pasos a ciegas, la pared ofrece muchas posibilidades y se remonta poco a poco.
Con un poco más de esfuerzo conseguimos llegar a lo más alto marcado con un montón de piedras.
Esta segunda cima nos ha resultado algo más complicada que la primera, sin ser de gran dificultad, es ciertos que los riesgos son superiores a los de la otra.
Los espacios abiertos en todas las direcciones nos permiten disfrutar de casi todas las cimas de Ándara y de los Urrieles.
Tanto por un lado como por el otro.
Iniciamos el descenso tras grabar la panorámica en video . Las vistas sobre el Jou Traselpicu son espectaculares.
Nos asomamos a ver como es el destrepe por la chimenea, desde arriba como siempre parece todo más complicado por lo que volvemos por lo malo conocido, pero observamos que hay una instalación de rápel con dos puntos para el descenso por la chimenea.
Volvemos a jugárnosla por encima de esas piedras que parece que no van a soporta nuestro peso, tentando cada paso que damos seguimos el descenso por encima de la cornisa.
En tierra firme ya se relaja el cuerpo y el pensamiento se dirige hacia los Campanarios, tenemos poco tiempo pero el primero si que lo intentaremos, hay que ver como se ve la subida al segundo que es el más alto, para intentarlo en la próxima ocasión.
Desde la horcada nos acercamos a la base de la pared y allí encontramos un jito que nos confirma la ruta a seguir, bordeando por la izquierda las primeras lajas nos acercamos hasta un terreno más roto por el que comenzamos a trepar.
Remontamos en dirección al ojo que se aprecia junto a la cresta y por encima de el seguimos trepando en busca de la cima.
No hay ningún obstáculo digno de mención por lo que conseguimos la cima con facilidad. La vista sobre el 2º Campanario nos aclara la situación, más vale intentarlo por la otra vertiente, porque la de este lado tiene muy mala pinta.
Para el descenso optamos por una chimenea que directamente baja en dirección este, si la continuáramos nos introduciríamos en el Jou del Infanzón, lo cual no nos interesa pues tenemos intención de volver al collado Llebaniegu para por el Hoyacón de Villasobrada llegar a la Collada Bonita.
Hemos estado todo el día entre piedras, pero las que nos toca sufrir ahora son especiales, a parte de estar mal colocadas parece que tienen vida propia y que están cabreadas, se enredan entre las botas y consiguen su propósito de tirarte al suelo.
Nos toca sufrir un rato hasta llegar a empalmar con la senda que viene de la Canalona camino de la Collada. Que no es esa que está entre la Aguja de los Martinez y la Torre del Oso, se oculta por el momento guardando su belleza.
Pero antes tenemos que pasar bajo esa orgullosa aguja que se eleva como punto final de la Morra acercándose al Cuchalón.
Al terminar de bordear la Torre de las Colladetas aparece la Collada Bonita colgada y en la sombra entre esta y la de los Martinez.
El Cuchalón de Villasobrada es testigo de que las fuerzas van menguando y de lo que nos cuesta remontar la pedriza.
Una pequeña horcada es lo que se llama la Collada Bonita, entre la Aguja de los Martinez y la Torre de las Colladetas es una puerta que se abre a dos zonas completamente diferentes del macizo central.
Al noroeste la silueta más perfecta del Picu, apreciándose la pared sur, la vía normal, coronada por el espectacular circo somero.
Al este con el primer plano del Cuchalón y con el fondo de las innumerables cimas de la cordillera.
Solo por hacer esa foto merece la pena el esfuerzo de llegar a la Collada Bonita.
El trayecto hasta la Canal de la Celada está perfectamente visible y jitado por lo que no hace falta prestarle mucha atención, el gran pico se va transformando según por donde andes.
Bajo la Torre del Carnizosu el Picu se transforma en pico, su cara este está siendo surcada por unas cuantas cordadas que se acercan a la cima.
En ese punto nos asomamos a ver el Jou del Carnizosu y lo que vemos nos gusta, dejamos la Canal de la Celada que la tenemos un poco muy vista y nos vamos por el Jou, el sendero perfectamente visible y con jitos nos lleva casi hasta el fondo del mismo.
En el último momento el sendero se arrepiente y comienza a elevarse suavemente por la pedriza del lado este, no nos importa mucho pues es evidente y lo seguimos, creíamos que bajaría hasta el sendero del refugio, pero no.
Sigue pegado a las laderas de la Peñe Castil y no tiene intención evidente de descender, lo seguimos y vemos que va remontando en este caso por un sedo herboso, es la Colladina del Valle del Agua.
El día avanza y el rey sol en su descender parece querer saludar al rey monte.
Después de unas cuantas horas entre piedras llegar al Valle l'Agua junto al collado de Camburero es como un regalo del cielo.
En este punto tenemos dos opciones , una es seguir el sendero en busca de la Majada de las Moñas, y otra la que tomamos, bajar por la canal del Vallel'Agua.
De forma que tomamos la canal herbosa y comenzamos el descenso plácidamente, pronto encontramos la fuente de Meadorio que manaba justo lo necesario para llenar la cantimplora que estaba reseca.
Seguimos bajando hasta encontrarnos con que la canal va estrechándose peligrosamente, por lo que decidimos asomarnos a la cresta que la separa de la canal de Valleh.u, esta tampoco es muy fiable, no nos queda otra que continuar por la cresta de separación entre ambas e ir acercándonos al sendero habitual del refugio.
Esta cresta no tiene pasos dificiles, se puede hacer un poco el gamberro pero el mayor inconveniente es la hierba alta, que está muy resbaladiza y las trampas que te preparan las rocas camufladas entre toda la vegetación.
Tras unas cuantas culadas y meteduras de pata en los hoyos alcanzamos el sendero ancho cerca del collado de Valleh.u.
Nos despedimos del Picu en el collado de Valleh.u hasta que volvamos a visitar los Albos o la Torre del Oso, u otra de las cimas que nos pican, que desprenden el denominado Ortzamendiren sua (Fuego o halo de los montes que pican).
El último tramo del camino lo hacemos ya pensando en las siguientes actividades que nos esperan y en la cerveza que nos vamos a tomar en Tielve mientras nos preparen el queso de Cabrales que lo disfrutaremos con mesura durante los próximos días.
Dejamos la majada de Trenerosa a nuestra izquierda mientras desde el collado de Pandébano divisamos Sotres en el alto valle viendo pastar tranquílamente a las vacas sobre la pradera que a pesar del otoño aún permanece verde radiante.
Si salimos con las primeras luces de la mañana, llegamos con los últimos rayos del sol, algo más de diez horas después, disfrutando de los Picos y con las ganas de volver pronto porque todavía queda mucho por hacer.
Sin más un saludo a tod@s y hasta la próxima.
Grande Fernan, mui grande'l día en Picos.
ResponderEliminarTenemos munchos proyectos por facer y que van tomando forma poquín a pocu.
Voi tener que metéte un repasu cola toponimia eh!!! Nun me faes nengún casu, jaja
Un abrazu
Cuando pongas tu entrada corrijo todos los nombres. No te preocupes.
ResponderEliminarN'asturianu ye mas dificil. Voi facerlo de xuru.
Un abrazu collaciu.
Hey Fernan!!!
ResponderEliminar¡¡Espectacular!!...y muy aéreo todo...mola mucho,me la apunto pa cuando haga una escapada por Asturies.
Un abrazo.
Aupa Dani:
ResponderEliminarsi empiezas a apuntar cosas de Picos prepara un cuaderno grande, y no te cabrá.
Cuando te escapes por estos lugares que sepas que puedes contar con mi apoyo y colaboración.
Voy a ver esa entrada del Salt del Cavall que has publicado.
Un abrazo.Ja xarrem
Que envidia Fernan!!!
ResponderEliminarEspectaculares fotos que me recuerdan los buenos momentos que pase en el Picu hace dos años.
Gracias por tu trabajo en este blog. Tienes el cielo ganado. Tener esto actualizado al día da mucho trabajo y hay que tener mucha afición para hacerlo.
Nos vemos campeón.
Iñaki Martínez
Aupa Iñaki:
ResponderEliminarEs cierto, hay que tener tiempo y ganas, si no puede ser un poco estresante.
Mientras dure la cuerda seguiremos.
Gero arte.