2011-01-10

FINISTERRE-PORT BOU (13)

                                                 REFUGIO DE PIEDRAFITA-BUJARUELO

2 de Agosto de 1995, iniciamos la etapa nº63 en el refugio de Piedrafita. Después de la intensa granizada del día anterior el cielo aparece azul intenso. Iniciamos Beatriz, Jose Antonio, Kike, Manu, Jon, Mariano y el que subscribe.

Preparativos en Piedrafita
Comenzamos remontando por los ibones de Campoplano hacia el collado de la Piedra de San Martin, desde el collado Kike y Jose Antonio ascienden el pico de Cambalés(2968). El resto continuamos al este descendiendo entre los lagos de Cambalés. 

Pico Cristal y cresta del Diablo
El recorrido como siempre en Pirineos discurre entre roquedos separados por zonas herbosas y abundantes lagos y arroyos. Vamos despacio dando tiempo a los del Cambalés, para luego todos juntos subir al Bernard Barrau(2793) 

Chabarrou y Vignemale al fondo
Desde la cima del Bernard Barrau se domina todo el valle Wallon cercado por el Cambalés, Gran Facha, Marcadau, Aratille, Chabarrou, Vignemale. 

Restos del glaciar de Aragón
Tan majestuoso o más que la línea de montañas aparece la legión de lagos que tapizan el suelo. 

Ibones de Cambalés
Al fondo en la llanura en la conjunción de los valles se encuentra el refugio de Wallon.


Valle de Marcadau
El refugio situado en una zona de encrucijada permite el acceso a gran cantidad de montañas destacando entre todas el Vignemale.
El día siguiente lo aprovecharíamos a modo de descanso para subir a la cima de Chabarrou Nord(2925). Otros emplearían el tiempo en el oficio divino impartido en francés en la capilla construida junto al refugio.


Descansando en el refugio de Wallon
Otra noche pasamos en el desvencijado refugio de Wallon, debía de ser uno de los refugios más antiguos del Pirineo, su estado un poco lamentable, pero cumplió bien sus funciones. 

Hacia Panticosa
A las 8 de la mañana salíamos del refugio en dirección al puerto de Marcadau, el tiempo un poco inestable nos animó a no ir racaneando. 


Remontando el puerto de Marcadau
Unas tolosarras animaron la tertulia, algunos casi cambian de grupo, no fue a más el tema y poco a poco seguimos el camino hasta llegar al puerto de Marcadau. Un pequeño chaparrón y un viento algo desagradable no impidió que subiéramos hasta el pico de Marcadau(2727). 

Sopla el viento debajo de la Falisse
Posteriormente el día se puso caluroso, menos mal que ya tocaba la bajada hacia Panticosa. Por debajo del Gran Facha, los Pecicos y la Falisse fuimos acercándonos al Infierno, los que no habíamos ido a misa. 

Gran Facha
Unos cuantos ibones y arroyos iban adornando el camino, a la vez que servían para refrescarnos. 

En las puertas del Infierno
Después de dejar atrás el embalse de Bachimala el camino se precipita decido en busca de los llanos de Panticosa. 

Ortzamendiren Sua
Vamos llegando al refugio de la casa de Piedra donde damos por terminada la travesía a pie, pues luego nos quedaba recuperar los coches que estaban en Hecho, donde los dejamos unos días antes.  

Ortzamendiren Sua en la casa de Piedra
Un viaje en una serie de autobuses nos llevó hasta Hecho, algunos parecían sacados de las películas de Alfredo Landa.


Era el 29 de Octubre del 95, muchas dudas tuvimos ese día. El informe meteorológico era desfavorable, el otoño avanzado, las nubes lo envolvían todo y no queríamos tener a los choferes a nuestro capricho.
Nos dieron dos horas de espera y si no volvíamos se suponía que continuábamos.

Salida de Panticosa
Sin móviles en aquellos tiempos iniciamos el recorrido, las nubes y las nieblas bailaban por encima de Panticosa,  el tiempo de fianza que nos dieron ya concluía así que nos lanzamos ya decididos a la busca del pico Bacias(2810).
Ibon de Panticosa al fondo
Después de pasar por los ibones del Brazato las nubes comenzaban a deshacerse y el sol se abría paso poco a poco.
Empezaba la esperanza
Comenzaron a aparecer los picos con lo que el ánimo iba en aumento, nos dirigimos al collado alto de Brazato para subir al Bacias.

Entre Bacias y Brazato
En la cima del Bacias(2810), con el tiempo un poco más asentando, pudimos contemplar los desplomes del Vignemale hacia el valle del Ara que es por donde debíamos continuar. 

Vignemale al fondo
El descenso por el ibón de Espelunz parecía sencillo, pero unos cuantos desplomes de origen glaciar nos cortaban el paso continuamente. 

Ibon de Espelunz
Una vez superados estos resaltes el descenso por el valle de Ara ya es sencillo, aunque largo.



Descendiendo hacia Bujaruelo
Cerca de tres horas tardamos desde el lago de Espelunz hasta Bujaruelo, donde nos esperaban Kike, Aurea y Roberto(Fofer) que tenía los huevos pelados de pasar por Noain, pero se fue para Tudela con los de Tafalla. 

Llegada a Bujaruelo.
Disfrutamos en estas etapas del Pirineo central, pero todavía nos quedaban las más importantes.  

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